El aprendizaje del ajedrez, un juego de estrategia de gran profundidad, presenta beneficios para todas las edades en general, pero en el caso de los niños y niñas, les ayuda de una manera especial a despertar sus capacidades intelectuales y desarrollar su pensamiento lógico de manera más temprana.
Los principales beneficios de la práctica del ajedrez son:
Memoria
El juego del ajedrez les obliga a recordar las reglas y las jugadas que van ejecutando. Aprender este tipo de pasatiempos puede influir positivamente en el rendimiento de los niños en otras actividades y/o asignaturas.
Análisis y síntesis
En una partida de ajedrez, el jugador se encuentra ante una encrucijada, debe analizar las múltiples posibilidades, sintetizarlas para elegir una y plantear un contraataque a su adversario, desarrollando así su pensamiento crítico.
Resolución de problemas y toma de decisiones
El ajedrez obliga a sus participantes a tomar decisiones con responsabilidad. Durante la partida, el niño se enfrenta a diferentes problemas y debe aplicar una estrategia a la vez que tiene en cuenta la del contrario. El tiempo es un factor importante en la partida, por lo que, además, el niño aprende a tomar decisiones bajo presión.
Empatía
Durante el juego, el niño se pondrá en la piel del otro jugador, ya que se anticipará y se preguntará "ly ahora qué movimiento hará?".
Creatividad e imaginación
En este juego no solo es necesario estudiar jugadas y seguir un patrón de movimientos determinado, sino que en ocasiones es interesante desarrollar la imaginación y prever diferentes posibilidades de lo que puede ocurrir durante la partida. Asimismo, es necesario crear jugadas sorprendentes e inesperadas.
Aceptación de reglas
Como en cualquier otro juego, el ajedrez cuenta con sus propias reglas cuyo incumplimiento no es aceptable en ningún caso.
Concentración
El ajedrez exige tanta concentración, que no es extraño encontrar a sus jugadores completamente aislados del ruido exterior mientras están enfrascados en una partida.
Organización y planificación
Los juegos se estrategia se han revelado como una forma extraordinaria de desarrollar la parte de nuestro cerebro que se dedica a la planificación, la gestión del tiempo y la organización.
Inteligencia emocional
Favorece el equilibrio entre lo racional y lo emocional, haciendo que los pequeños acepten y aprendan a encajar tanto los triunfos como los fracasos.
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